Existen varios tipos de ojo seco, por lo que hay distintos tratamientos diseñados a medida de cada paciente.
En la página web oficial de la Sociedad Española de Oftalmología se informa a los pacientes que se pueden emplear:
Los ojos se notan secos lo que no significa necesariamente que los ojos están “secos”. De hecho muchas personas presentan incluso exceso de lagrimeo, pero no les sirve de nada pues sus lágrimas son de mala calidad y encima provoca un lagrimeo muy fastidioso.
Es muy molesto y los pacientes refieren sensación de arenillas, escozor, a veces picor y enrojecimiento, la luz les molesta, sienten cansancio ocular y que los párpados pesan y la visión puede ser borrosa. En casos severos el daño puede llegar a producir erosiones corneales.
Los síntomas empeoran después del sueño o de realizar tareas en las que se parpadea poco, como leer, ver la tele o trabajar con el ordenador, con la exposición al viento, frío o calor, en ambientes con aire acondicionado, etc.
Influyen desfavorablemente:
Seguir la regla 20-20-20 te ayudará a prevenir el Ojo Seco: Cada 20 minutos de trabajo frente el ordenador, descansa durante 20 segundos la vista mirando a 20 pies (más de 6 metros) y parpadea varias veces.
Es importante el diagnóstico y tratamiento del ojo seco acudiendo al oftalmólogo y no limitarse a cambiar de gotas en la farmacia si queremos obtener buen resultado y evitar las consecuencias que la enfermedad puede acarrear.
Una vez diagnosticada, es fundamental que el paciente adopte una actitud preventiva para mantener a raya el ojo seco, siguiendo algunas recomendaciones en los hábitos e higiene palpebral que aconsejamos en la Unidad de Ojo Seco de nuestra Clínica.
Si tienes ojo seco debes saber que no puedes abusar de tus lentes de contacto y que deberás llevar unas que se ajusten las condiciones anatómicas y fisiológicas de tus ojos.